La UCR bonaerense presentó un frente político radical. ¿Nuevo rumbo o más de lo mismo? Villegas y Ríos se cruzan sin filtro en Ensobrados.
Por Dante Villegas | Ensobrados.com.ar
Otra vez el radicalismo. Otra vez la épica de la moderación. Otra vez la promesa de un “nuevo frente” que no sabe a quién representa, contra quién compite ni para qué existe.
Esta semana, la UCR bonaerense se reunió en su flamante “Convención de Contingencia” y anunció la creación de un frente político “alejado de los extremos”. Traducción libre: no nos gustan ni Milei ni Kicillof, pero tampoco tenemos con qué hacerles frente.
La noticia parece fuerte, pero no mueve el amperímetro. Porque más allá de los comunicados institucionales, lo que se ve es una fuerza que no encuentra ni narrativa ni musculatura. Es una UCR reactiva, con discurso de cartón, dirigentes de comité y una obsesión por no quedar afuera del reparto.
Miguel Fernández, Pablo Domenichini, Miguel Bazze, Diego Garciarena… nombres conocidos en la interna, pero desconocidos por la sociedad. El problema no es solo de nombres: es de visión. La UCR quiere liderar algo sin decir contra qué modelo se para, qué plan tiene ni quién lo va a encarnar. Son el espejo de una política sin coraje.
“Progresismo institucional”, “propuesta democrática”, “superar la polarización”… palabras que suenan bien, pero no dicen nada. El votante quiere saber si vas a bancar el ajuste brutal de Milei, si vas a frenar el estatismo K o si simplemente vas a tirar centros para ambos lados sin hacer olas.
El radicalismo todavía se cree heredero de Alfonsín, pero juega como si fuera un bloque funcional del PRO. Coqueteó con Bullrich, se dejó usar por Larreta y hoy quiere vestirse de alternativa sin pagar el costo político de confrontar con claridad. Es más refugio que propuesta.
La UCR bonaerense no está lanzando un frente. Está levantando una carpa en medio de la tormenta para que no se note que no tiene casa. Si no se plantan con fuerza, serán bisagra de lo que otros decidan. Otra vez.
Por Martina Ríos | Ensobrados.com.ar
En tiempos donde el ruido tapa al contenido y los extremos dominan la conversación, el radicalismo bonaerense acaba de dar una señal distinta: construir desde el centro, con valores democráticos y voluntad de futuro. La Convención de Contingencia no fue solo una formalidad. Fue un gesto de madurez.
Cuando la política se divide entre gritos y ajuste, entre relato y motosierra, ofrecer una alternativa racional no es huir del conflicto: es enfrentarlo con otra herramienta. El nuevo frente que propone la UCR busca ocupar ese espacio abandonado por la grieta: el del diálogo, la institucionalidad y la política con vocación de mayoría.
Miguel Fernández fue intendente de Trenque Lauquen y presidente del Foro de Intendentes. Pablo Domenichini es un dirigente universitario con gestión. Miguel Bazze conoce el Congreso, y Garciarena viene construyendo en lo legislativo. No son outsiders ni improvisados. Son parte de una generación que quiere dejar de ser furgón de cola y empezar a conducir.
El radicalismo bonaerense no se encierra en sí mismo. Llama a otros sectores a sumarse. Pero no desde la transacción, sino desde la convicción: república, educación pública, equidad, federalismo, libertad con derechos. No es un frente “anti”, es un frente “para”. Para salir de la parálisis institucional. Para romper la lógica del todo o nada.
Claro que no tienen un candidato taquillero. No lo necesitan hoy. Lo que buscan es reconstruir el terreno donde pueda volver a crecer una propuesta amplia, republicana y progresista. Y eso se hace con acuerdos, no con slogans.
Cuando el país parece decidido a romperlo todo, tener el coraje de plantear un camino democrático, dialoguista y sensato no es tibieza. Es responsabilidad. Y aunque no sea trending topic, es lo que millones están esperando.
Cuando el bisturí se encuentra con el institucionalismo, salta chispa.
🎙️ DANTE VILLEGAS
—Martina, con todo respeto: ustedes dicen que están construyendo “una alternativa al ruido”, pero desde afuera lo que se ve es un radicalismo que hace equilibrio en la cornisa para no tomar posición. ¿Van a seguir haciendo política con comunicados mientras Milei revienta el Estado y Kicillof duerme en la Gobernación?
✒️ MARTINA RÍOS
—Dante, vos confundís cautela con cobardía. Lo que hacemos desde la UCR es plantear una salida racional. Mientras vos hablás de coraje desde el teclado, nosotros caminamos municipios que no se bancan más ni la motosierra ni la rosca peronista. Estamos armando sin gritar. Eso también es coraje político.
🎙️ DANTE
—Pero si no gritan ni cuando los pasan por encima. El gobierno nacional privatiza funciones públicas, destruye el sistema institucional, y ustedes llaman a “superar la polarización”. ¿Superar qué? ¿Con quién? ¿Con los que votaron todo el DNU o con los que se sientan a mirar?
Tu partido firmó el certificado de defunción de la neutralidad. Hoy no se puede no elegir.
✒️ MARTINA
—No elegimos la comodidad. Elegimos no entrar en la lógica de Milei vs. Cristina, que solo sirve para destruir. El país necesita puentes, no barreras. Mientras algunos rompen, nosotros estamos reconstruyendo vínculos. A largo plazo, eso es más revolucionario que tirar un tuit picante.
🎙️ DANTE
—¿Y con eso ganan elecciones? ¿Con “reconstruir vínculos”? A la gente la están empalando con aumentos, despidos y una inflación que la casta nueva —la empresarial— ni registra. Y ustedes hablan de reglamentos y convocatorias “abiertas”. El horno no está para estatutos, Martina. Está para trinchera.
✒️ MARTINA
—El horno también necesita receta. Porque si todo es trinchera, solo queda escombro. Lo de Milei es insostenible, sí. Pero lo que lo alimenta es justamente esa lógica de ruido sin propuestas. Nosotros planteamos una salida democrática, institucional y progresista. Y nos bancamos las críticas. Vos, en cambio, te parás siempre en la banquina, cómodo para señalar sin manejar el auto.
🎙️ DANTE
—No manejo el auto, Martina, pero me doy cuenta cuando el chofer no tiene mapa. Ustedes siguen buscando la brújula dentro del partido como si eso alcanzara. La gente ya no come relatos ni buenas intenciones. Quiere saber quién tiene los huevos para frenar el saqueo.
✒️ MARTINA
—Y yo te pregunto: ¿vos qué querés, Dante? ¿Una oposición que grite o una que proponga? Porque si el radicalismo no te convence, decilo. Pero no vengas a ensuciar a los que por lo menos se están organizando. Que es más de lo que hacen muchos de los que se la dan de combativos en los portales.
🎙️ DANTE
—Yo quiero política con coraje. Y hasta ahora, el radicalismo suena más a comité de emergencia que a proyecto de poder. Si van a salir a jugar en serio, los quiero ver marcando cancha. Pero si van a armar otro rejunte para no perder intendencias… ahí no cuenten conmigo.
✒️ MARTINA
—Vos quedate en la tribuna, Dante. Nosotros vamos a la cancha. Sin corbata, pero con propuestas. Te guste o no, el radicalismo todavía tiene algo que decir. Y si logramos hacerlo en voz alta, tal vez hasta vos lo escuches.
🧨💬 Final abierto. Como en toda buena discusión política, los dos tienen parte de razón. Y parte de laburo por delante.
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