Mientras el tiempo juega para el olvido, una concejal encendió la mecha: el HCD de La costa quedó al rojo vivo y el presidente no podrá gambetear más la rendición de cuentas del año pasado. Se viene una sesión especial por necesidad y urgencia.
Mientras el tiempo juega para el olvido, una concejal encendió la mecha: el HCD de La costa quedó al rojo vivo y el presidente no podrá gambetear más la rendición de cuentas del año pasado. Se viene una sesión especial por necesidad y urgencia.