El Gobierno festeja la “desaceleración de la inflación”, pero llenar el changuito sigue siendo una odisea. En septiembre, una familia tipo necesitó más de $800.000 solo para cubrir alimentos y bebidas. Menos inflación, sí. Menos hambre, no
El Gobierno festeja la “desaceleración de la inflación”, pero llenar el changuito sigue siendo una odisea. En septiembre, una familia tipo necesitó más de $800.000 solo para cubrir alimentos y bebidas. Menos inflación, sí. Menos hambre, no