Sindicalismo eterno: custodios de los trabajadores… o de sus propios sillones

Pubicite con nosotros

Llevan décadas en el poder, se dicen representantes del pueblo trabajador, pero firman paritarias por debajo de la inflación, aplauden recortes cuando les conviene y hacen paro cuando pierden privilegios. ¿A quién representan realmente?

En Argentina, los sindicatos no se renuevan: se enquistan. Los mismos apellidos de siempre, los mismos rostros, las mismas manos que levantan firmas en silencio cuando hay que convalidar ajuste… pero que se llenan de ira cuando les tocan el botín.

Los sindicatos fueron fundados como estructuras de defensa de los derechos laborales. Hoy parecen más bien torres de control político.
¿Cuántos secretarios generales viven como sus afiliados? ¿Cuántos viajan en tren, hacen fila en hospitales o mandan a sus hijos a escuelas públicas?

Cuando el salario real se pulveriza, ¿dónde están? Firman paritarias a la baja, negocian bonos por única vez, se sacan selfies en Casa Rosada. Y cuando las papas queman… llaman a un paro sin calle. Un paro simbólico. Un día de protesta para limpiar imagen. Un acting de conflicto para no perder el carnet de oposición.


🧠 Un modelo que no se toca

Ni los gobiernos peronistas ni los libertarios se animan a meter mano en el sistema sindical. ¿Por qué? Porque el sindicalismo no milita por ideología: milita por caja. Y quien controle esa caja, siempre tendrá al menos una CGT fragmentada pero domesticada.

Dicen estar en contra del ajuste, pero no hacen paro cuando bajan jubilaciones.
Dicen representar a los trabajadores, pero muchos ni siquiera exigen democracia sindical en sus propios gremios.
Muchos obreros ni siquiera pueden elegir a sus delegados sin que intervenga el aparato.

LEER  Kicillof la estira y los gremios no comen vidrio

📉 Crisis laboral, silencio sindical

Mientras el empleo informal se dispara, los gremios callan.
Mientras los monotributistas crecen y pierden derechos laborales, los gremios callan.
Mientras las fábricas cierran y los comercios bajan persianas, los gremios siguen imprimiendo boletines y firmando convenios que no reflejan la realidad.

Y cuando el ajuste avanza como una topadora, el sindicalismo se encolumna detrás del que mejor le asegure que no perderán poder.
No es casualidad que muchos líderes sindicales tengan más años en sus cargos que cualquier presidente.


🧾 Conclusión:

La pregunta ya no es si los sindicatos representan a los trabajadores.
La pregunta es si alguna vez los dejaron de usar.
Porque en Argentina, mientras los salarios bajan, el poder sindical sube… siempre que no moleste al que manda.

0 0 votes
Article Rating
Comparti esta nota:

Sindicalismo eterno: custodios de los trabajadores… o de sus propios sillones una nota de:

Publicita en ensobrados.com.ar

0
Me encantaría conocer tu opinión, por favor comenta.x