La novela entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires tiene más capítulos que una serie de Netflix. Y en la Quinta sección electoral, donde Mar del Plata es la reina del padrón, el juego se pone cada vez más áspero.
🎭 Mientras las cúpulas partidarias se tiran dardos por TV, en los municipios se cocina la verdadera rosca, con intendentes, operadores y legisladores armando en silencio una microfusión no oficial. ¿El objetivo? Derrotar al kirchnerismo, pero sin sacarse la camiseta… al menos por ahora.
El episodio Ficha Limpia fue el cachetazo final. El Senado la tumbó, y la sangre llegó al río. Mauricio Macri disparó contra “dirigentes comprados por Milei” y en Mar del Plata no lo perdonan. Del otro lado, Silvia Lospennato fue al hueso contra el gobierno nacional y la grieta PRO–LLA se volvió un abismo.
Con el 44% del padrón seccional, General Pueyrredón (Mar del Plata) no es solo un distrito más: es la llave de la Quinta. Y su intendente, Guillermo Montenegro (PRO), hace rato que juega al juego de la fusión.
En abril, selló la paz con Alejandro Carrancio, senador libertario marplatense, hoy funcionario nacional y parte del círculo de Sebastián Pareja, el armador de Milei en la Provincia. Esa charla no fue solo simbólica: fue el primer ladrillo de un acuerdo en los hechos.
En el radar aparecen Emiliano Giri y Alejandro Rabinovich por el lado PRO, y el diputado libertario Gastón Abonjo del otro. Todos entienden que lo nacional no se va a ordenar, y que la clave estará en los cierres locales, con listas municipales que mezclen violetas con amarillos sin ruborizarse.
Los nombres se repiten en los municipios costeros:
👉 Juan Ibarguren (Pinamar),
👉 Joaquín Sánchez Charró (Miramar),
👉 Sandra Ferrandi (Monte),
👉 Clarisa Armando (Gesell),
👉 Martín Migueles (Necochea),
👉 Pedro Cháves (Tordillo),
👉 Ramiro Ferrante (Chascomús).
Todos miden el pulso del electorado y quieren sumar sin esperar bendiciones nacionales.
Si la grieta no se cierra en Capital, menos lo hará en el interior bonaerense. La campaña porteña entre Macri y Milei es cada vez más salvaje y pone en jaque cualquier intento de unidad. Los libertarios ya lo saben: no habrá una alianza con el PRO como partido, pero sí puede haber alianzas con el PRO como personas.
La estrategia será sumar de a uno: intendentes, candidatos, concejales, todos con nombre y apellido. Figuritas amarillas en el álbum violeta, como lo resume un operador libertario.
La Quinta sección es un laboratorio de lo que viene: una campaña con boletas cruzadas, pactos sin foto y acuerdos al borde de la traición. El Frente Anti K ya se cocina, pero no tendrá nombre propio. Solo una consigna: ganar como sea.