HCD La Costa: Rendición de Cuentas 2023 aprobada por abandono

Redaccion EnsobradaPolíticaLa CostaHace 2 días133 Vistas

El Concejo Deliberante de La Costa se “olvidó” de tratar la Rendición de Cuentas 2023. Resultado: aprobación tácita, $122 millones de exceso y una sanción al presidente Caruso.

HCD de La Costa: Rendición de Cuentas 2023, el silencio cómplice

El Honorable Concejo Deliberante (HCD) del Partido de La Costa demostró, una vez más, que lo de “honorable” es apenas un adorno protocolar. Porque lo que hicieron (o mejor dicho, lo que no hicieron) con la Rendición de Cuentas 2023 es de manual de irresponsabilidad política.

La rendición llegó al Concejo el 27 de marzo de 2024. Dos meses después, el 29 de mayo, se convocó a una Sesión Especial para tratarla. Ahí se rechazó un despacho que proponía aprobarla. ¿Y el despacho que proponía desaprobarla? Ni lo tocaron. Ni una mísera votación. Resultado: la rendición quedó aprobada de manera tácita, con todos los excesos incluidos.

En criollo: miraron para otro lado y dejaron que las cuentas se aprueben solas.


⚖️ Lo que dice la ley (y lo que hicieron los concejales)

El Artículo 23 de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas es clarito: el HCD debe expedirse sobre la rendición de cuentas. No es optativo. No es “si hay tiempo lo vemos”. Es una obligación. Pero en La Costa, la mayoría del Concejo prefirió aplicar el viejo truco de la silla vacía.

Y así, lo que debía ser un debate público sobre el uso de los recursos terminó en un “aprobado por default”. Como cuando un profesor harto firma el boletin de un alumno que nunca fue a clase.


👤 El nombre y apellido de la responsabilidad: Ezequiel Caruso

Acá no hay que buscar mucho. El Tribunal de Cuentas fue claro: el presidente del HCD, Ezequiel Caruso, es responsable directo de esta omisión.

Su falta de pronunciamiento y la ausencia de un proyecto de compensación de excesos no son un detalle técnico. Son un incumplimiento que terminó en amonestación oficial y un cargo monetario que Caruso deberá afrontar.

En otras palabras, no es solo un tirón de orejas: es una sanción formal que mancha la gestión del Concejo.


📉 Los números rojos que nadie quiso mirar

El HCD no solo fue cómplice por omisión. También fue parte del problema:

  • Excesos en su propio presupuesto por $122.618.155,04 al cierre de 2023.

  • Gastos sin posibilidad de compensación, que suman al desequilibrio financiero general.

Mientras tanto, no hubo informes sobre el cumplimiento de programas y planes de gobierno, otra obligación legal que también se pasó por alto.

El combo perfecto: gastar de más, no rendir cuentas y encima bloquear cualquier intento de control.


📜 Antes sí, ahora no: el contraste con 2019

Para colmo, el pasado reciente los deja expuestos. En 2019, bajo la presidencia de Fernando Martín Albano, el HCD trató y aprobó la Rendición de Cuentas. Incluso autorizó al Ejecutivo a compensar las extralimitaciones con recursos disponibles.

Es decir, saben cómo se hace. Lo hicieron antes. Pero en 2023, bajo la conducción de Caruso, prefirieron la omisión y el descontrol.


🚨 Implicancias políticas y legales

Que el Tribunal de Cuentas haya tenido que intervenir no es un dato menor. Significa que el órgano de control provincial debió cubrir el vacío que dejó el Concejo local.

  • Aprobación tácita: la rendición pasó como si nada, sin debate público.

  • Extralimitaciones desaprobadas: los excesos de gasto quedaron sin convalidación.

  • Sanción al presidente: Caruso cargará con la amonestación y parte del cargo monetario.

La pregunta que queda flotando es: ¿esto fue negligencia o una estrategia deliberada para evitar el costo político de votar en contra de la rendición?


🕳️ El agujero negro del “no tratamiento”

En política, no decidir es también decidir. Y el HCD de La Costa eligió no decidir. Prefirió que el tiempo haga el trabajo sucio, dejando que las cuentas se aprueben solas.

Ese silencio, lejos de ser neutral, termina funcionando como complicidad. Porque lo que no se debate en el recinto se discute en la calle, en los barrios, en las mesas de café. Y ahí, la imagen que queda es clara: concejales cobrando sus dietas para no cumplir la función básica de controlar las cuentas municipales.


🔥 Conclusión: el HCD que se esconde detrás del reglamento

Lo sucedido con la Rendición de Cuentas 2023 es más que un tecnicismo contable. Es la demostración de un Concejo Deliberante que le escapa a su rol de contralor, que prefiere el silencio antes que incomodar, y que se permite gastar más de 122 millones por encima de su propio presupuesto.

Mientras tanto, el Tribunal de Cuentas hace lo que debería hacer el HCD: marcar los desvíos y aplicar sanciones.

La Costa necesita concejales que se planten, no figuritas que calientan bancas. Porque si rendir cuentas es un trámite que se aprueba solo, entonces ¿para qué queremos un Concejo Deliberante?

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