HCD La Costa, bajo la hegemonía de Juan de Jesús y Fuerza Patria La Costa, convive con una oposición ausente. El Concejo no sesiona, no legisla y deja sin control al intendente y diputados locales.
✍️ Por Dante Villegas y Martina Ríos | Ensobrados.com.ar
En el Partido de La Costa gobiernan los mismos desde 1983. Así, sin vueltas. Juan de Jesús, su hijo Juan Pablo, y el eterno sello del peronismo local —ahora disfrazado de “Fuerza Patria La Costa”— acumulan décadas de poder sin rotación, sin contrapeso y sin que nadie les marque el límite.
Pero en 2025, la situación no solo se sostiene: se agrava. No hay solo hegemonía: hay ausencia total de oposición efectiva. Y eso ya no es solo una elección democrática. Es una deformación del sistema.
El 7 de septiembre se eligen concejales en La Costa. ¿La novedad? Hay 14 listas de “oposición” compitiendo por apenas 9 bancas. El detalle no menor: no se enfrentan al oficialismo, se enfrentan entre ellas.
Los supuestos adversarios políticos están más ocupados en marcarle la cancha al vecino de banca que a quien maneja el municipio hace cuatro décadas. Una oposición que ni siquiera se coordina para fiscalizar. Una que, como la de La Libertad Avanza en 2023-2025, le votó todo al oficialismo sin hacer ni una pregunta.
¿Renovación? Solo de nombres. ¿Cambio? Solo en los flyers de Instagram.
En sus redes personales, varios concejales argumentan que sí trabajan, que “van a las comisiones”, que “se reúnen”. Pero ese trabajo, en la práctica, no existe para el ciudadano común. No hay actas públicas. No hay proyectos resonantes. No hay debates abiertos.
Para el vecino de a pie, los concejales son parte del mismo combo: todos lo mismo, nadie rinde cuentas y ninguno merece cobrar los abultados sueldos que cobran.
Mientras tanto, el Concejo Deliberante del Partido de La Costa no sesionó con regularidad en lo que va del 2025.
El 42° período legislativo se inauguró formalmente el 7 de marzo.
Desde entonces, no hay registro público de sesiones ordinarias entre abril y julio.
Solo se trató el presupuesto 2025 en julio, y de manera exprés.
Salvo por un boletín oficial que convoca a retirar autos secuestrados, la actividad institucional del HCD es prácticamente inexistente.
Sí, parece un chiste. Pero es real. El Boletín Oficial del 25 de julio llama a retirar autos del depósito. Ni una ordenanza importante. Ni una política pública debatida. Nada. Solo el fondo de comercio de las grúas.
Mientras La Costa vive en piloto automático, el resto de la región funciona. Acá va el dato duro:
Pinamar: sesionó en marzo, abril, mayo, junio y julio. Ordinarias, especiales, comisiones activas. El HCD trabaja.
General Madariaga: al menos cuatro sesiones ordinarias entre mayo y julio. Incluyendo doble jornada el 22/5.
Villa Gesell y Chascomús: HCD activos, ordenanzas tratadas y oposición visible.
General Lavalle: sesiones regulares desde marzo.
La diferencia es brutal. Mientras en Pinamar o Madariaga los concejales trabajan, en La Costa no sabemos si están de licencia, en hibernación o simplemente ausentes sin aviso.
“Esto ya no es hegemonía política. Es zona liberada institucional. El oficialismo hace lo que quiere porque no hay nadie que le diga que no. Y la sociedad mira para otro lado mientras la democracia se convierte en acto simbólico. Si los concejales no sesionan, no legislan. Si no legislan, ¿para qué están?”
“Las listas opositoras juegan a ver quién saca más likes en redes, pero no construyen poder real. No articulan, no discuten proyectos, ni fiscalizan. El oficialismo avanza porque tiene estructura, pero también porque enfrente no hay nada. Sin control ni debate, el Concejo se convierte en un decorado de cartón.”
Cuando no hay sesiones, cuando no hay debate, cuando nadie se opone… no hay democracia. Hay gestión unidireccional. El HCD del Partido de La Costa está cerrado por vacaciones institucionales. Y la oposición, lejos de denunciarlo, se pelea por entrar a un edificio donde ni siquiera se discute.
La política costera está rota. Y lo más grave no es que el oficialismo lleve 40 años. Lo más grave es que nadie le discute el poder en serio.