Con la promesa de transformar la ciudad en la Capital Regional del Deporte, el municipio avanza con la millonaria ampliación del Estadio Cubierto Dolores. El proyecto incluye un piso de madera flotante profesional, camarines completos, gradas móviles, vestuarios y hasta un escenario para shows.
Lo presentó el intendente Juan Pablo García como una “obra clave para el turismo y la economía local”. Pero entre tanto optimismo, surgen interrogantes lógicos: ¿se trata de una inversión seria o de un lanzamiento de campaña disfrazado?
En la política local ya hemos escuchado promesas similares. Obras anunciadas con bombos y platillos que luego terminan con filtraciones, mal uso o directamente sin uso.
¿Quién controla que esta vez sea distinto? ¿Dónde están los pliegos, los costos, los tiempos de entrega?
🛠️ ¿Qué incluye el nuevo Estadio Cubierto Dolores?
Según la información oficial, el estadio contará con:
Piso de madera flotante profesional
Gradas móviles para adaptar aforos
Escenario para espectáculos culturales
Vestuarios completos y camarines
Zona técnica oficial y bancos de suplentes
Boletería y sanitarios renovados
Todo suena ambicioso, moderno y necesario. Pero sin datos públicos sobre montos, proveedores o licitaciones, la transparencia queda en offside.
El problema no es que se invierta. Es que no se informa. El proyecto no cuenta con detalles públicos sobre:
Presupuesto total asignado
Empresa adjudicataria
Cronograma de ejecución
Control ciudadano o legislativo
Y en una ciudad que arrastra obras demoradas, esta falta de claridad no hace más que alimentar el escepticismo.
La ampliación del Estadio Cubierto se suma a otras obras deportivas recientes como el Polideportivo y la cancha de hockey. El municipio lo presenta como un “polo deportivo de primer nivel”.
Pero para muchos vecinos, esto huele más a marketing que a política pública sostenible. La duda de fondo es concreta: ¿se trata de mejorar la ciudad o de reforzar la campaña?
Aspecto | Detalle |
---|---|
Proyecto | Ampliación del Estadio Cubierto de Dolores |
Promesa oficial | Espacio multifuncional para cultura y deporte |
Infraestructura | Piso profesional, vestuarios, gradas, escenario |
Datos faltantes | Inversión total, adjudicación, plazos |
La pregunta que queda flotando es la que más molesta al poder:
¿Estamos ante una infraestructura deportiva seria o simplemente ante una caja decorada con luces LED para sacar una buena foto electoral?
1. ¿Qué es el Estadio Cubierto Dolores?
Es una infraestructura municipal que está siendo ampliada para convertirse en un centro deportivo y cultural.
2. ¿Qué promete el nuevo proyecto?
Modernización completa: gradas, vestuarios, escenario, y mayor capacidad de eventos.
3. ¿Quién lo construye y con qué fondos?
No hay datos públicos sobre licitaciones ni presupuesto asignado.
4. ¿Qué beneficios traería a Dolores?
Según el intendente, potenciaría el turismo, la economía local y el desarrollo cultural.
5. ¿Por qué hay críticas?
Por falta de transparencia, posibles fines electorales y antecedentes de obras mal ejecutadas.
6. ¿Está terminada la obra?
No. Está en marcha, pero sin plazos confirmados públicamente.
Mientras el municipio promociona la obra como una inversión para el futuro, algunas voces opositoras locales advierten sobre la falta total de transparencia.
“Todo lo que sabemos es por comunicados y fotos oficiales. No hay información en el Boletín, no se conocen los montos, ni los pliegos de la licitación, si es que hubo”, dicen desde agrupaciones políticas y vecinales.
Incluso concejales de la oposición afirman haber solicitado detalles del proyecto sin obtener respuesta oficial. “Queremos saber cuánto cuesta, cómo se financia, y si se respetan los estándares de seguridad”, reclamaron.
Esto vuelve a plantear la eterna duda sobre la administración de la obra pública: ¿se invierte para mejorar o para mostrar?
En el plano social, los vecinos y referentes de clubes tienen miradas encontradas. Muchos celebran la posibilidad de contar con un espacio moderno para el deporte local, especialmente en disciplinas que no tienen instalaciones cubiertas adecuadas.
“Si de verdad lo terminan y lo abren a la comunidad, puede ser un antes y un después para Dolores”, afirma un entrenador de básquet juvenil.
Pero otros, más escépticos, señalan que ya existen antecedentes de obras similares mal ejecutadas o abandonadas. “No es la primera vez que se lanza una obra con fanfarria y después queda a mitad de camino. El tema es si esto va a servir de verdad o es puro relato de campaña”, opinan.
Una preocupación que se repite en charlas barriales y redes sociales: ¿y si esta obra también queda inconclusa? El riesgo de que sea otro “elefante blanco” no es menor. Dolores ya tiene ejemplos de estructuras anunciadas con bombos y platillos que luego fueron abandonadas por falta de fondos o cambios de gestión.
Por eso, muchos ciudadanos exigen seguimiento público, auditorías y canales de participación ciudadana que garanticen que la obra avance y se use con criterios sociales claros.
Fuente: codigo-baires