Valeria: Dante, tus notas queman. ¿Siempre fuiste así de… incómodo?
Dante: (Ríe) ¡Nací incómodo! Mi viejo era sindicalista y mi mamá, profesora. Me enseñaron que callar ante la injusticia es ser cómplice. Empecé como cadete en un diario de barrio, pero me cansé de que “lo importante” siempre fuera el color de la corbata del político, y no los pibes que no comían.
Valeria: ¿Y cuándo dijiste “basta”?
Dante: Cuando me obligaron a titular “El Gobierno anuncia medidas para la clase trabajadora”… y la nota era sobre un aumento del 2% en un plan social. Ahí entendí que este oficio no necesita editores, necesita francotiradores.
Valeria: Hoy sos editor senior. ¿Cómo es tu rutina para elegir qué se publica?
Dante: *Tengo tres reglas:
Si no indigna, no es noticia.
Si el poder no se enoja, no es periodismo.
Si no tiene pruebas, es chimento.*
Valeria: Ejemplo de una nota que te costó publicar…
Dante: El escándalo de los sobres en el Senado. Todos sabían, nadie hablaba. Mi jefe me dijo: “Es muy heavy”. Yo le respondí: “Más heavy es que roben en nuestra cara”. Al final salió… y me llovieron demandas. (Sonríe) Ninguna prosperó, porque la verdad no se demanda.
Valeria: Muchos te acusan de “militar el caos”. ¿Qué les respondés?
Dante: Que la neutralidad es el disfraz de los cobardes. ¿Vos cubrirías un incendio diciendo “Hay versiones enfrentadas sobre el fuego”? El periodismo es contar la verdad, no equilibrar mentiras.
Valeria: ¿Y las redes sociales? ¿Son el fin del periodismo serio?
Dante: Al revés. Son el megáfono que nunca tuvimos. Claro, si las usas para viralizar frivolidades, sos parte del problema. Nosotros las usamos para explotar bunkers de corrupción. (Muestra su celular) Este es mi “arma de doble tiro”: investigo con rigor, pero lo comunico como si estuviera tomando un ferné con el vecino.
Valeria: Dante, ¿por qué aceptaste esta entrevista conmigo?
Dante: Porque vos, Valeria, no tenés miedo de hacer preguntas que duelan. Y hoy, eso es raro. Si vamos a cambiar algo, necesitamos periodistas que no le teman a los pies de página ni a los poderosos.
Valeria: ¿Y el mensaje para los que nos leen?
Dante: Que no se traguen el primer titular. Busquen medios que les hablen como adultos, con datos, con huevos… y si no nos encuentran, exíjannos. Porque esto no es un monólogo: es una trinchera compartida.
Dante Villegas no es solo un editor: es el termómetro de un periodismo que ya no pide permiso para decir lo que todos piensan. Junto a Valeria Montes, protagoniza una nueva era donde las noticias no se cuentan, se disparan.