Participación en duda, encuestas al ritmo del sobre
Leandro Santoro vuelve al centro de la escena porteña como ese ex que juró no volver pero aparece con flores en la puerta de tu casa. Y la ciudad, parece, está a punto de decirle que sí de nuevo. Según la última encuesta de CB Consultora, el peronista encabeza la intención de voto con 26,5% de apoyo para la Legislatura porteña. No es una ola, pero sí una ventaja que lo deja mirando el espectáculo desde el palco.
¿Y abajo? Abajo se pelea con los codos y los dientes.
En la esquina libertaria, Manuel Adorni, el vocero presidencial que hace campaña desde las conferencias de prensa como si fueran su stream personal, cosecha un nada despreciable 22,2%. El traje de “defensor de Milei” le calza cómodo, pero el traje de legislador… veremos. En la otra esquina, el PRO juega su carta con Silvia Lospennato, que marca un 21,1% y tiene a su favor el respaldo del aparato macrista (aunque con la batería medio descargada).
La diferencia entre ambos es tan chica que podrían definirlo a piedra, papel o tijera. Pero no hace falta: para eso están los indecisos.
Porque en esta elección, como en toda buena pelea de fondo, el knockout puede venir en el último round. Lospennato tiene el techo más alto: un 42,3% podría votarla, aunque también arrastra el rechazo más feroz: casi la mitad del electorado dice que jamás la elegiría. ¿Cómo se llama eso? Amor tóxico.
Santoro, en cambio, no enamora pero cumple: 22,5% dice que “lo votaría seguro”. Voto firme, sin pasión, pero que mete a cualquier político en el Congreso o en la Legislatura.
Y mientras se tiran con encuestas y spots, lo único que queda claro es que la grieta sigue viva, pero ahora en versión low cost. Hay debate, hay guerra de egos, pero hay poco contenido. A lo sumo, un par de frases hechas y muchas ganas de “sacarse la foto” con el electorado que todavía cree en algo.
¿Quién vota? ¿Quién no?
La participación electoral, esa gran incógnita de cada elección, también se metió en el sondeo. El 66,5% dice que “seguro” irá a votar, mientras un 15,8% está más perdido que promesa de campaña. ¿Qué harán ese día? Nadie sabe. Pero si el clima acompaña, algún votito extra cae. Y si no, siempre se puede culpar al INDEC.

Y sí, hay sobre…
Claro que, detrás de cada encuesta, siempre hay un “sobre” dando vueltas. Porque cuando la política se vuelve marketing, la plata no va solo a las redes: también va a las consultoras, a los armadores, a los “operadores de confianza” y a los que te dicen lo que querés escuchar.
Así que si Santoro aparece arriba, Adorni sonríe por dos puntos más, o Lospennato se proyecta como la nueva “esperanza amarilla”, preguntate quién pagó el sondeo. Y si no sabés, seguí el sobre. Siempre te lleva a donde hay poder.