Mar del Plata, 10 de mayo de 2025 — El diputado bonaerense Guillermo Castello concretó finalmente su desembarco en el bloque de La Libertad Avanza (LLA) en la Legislatura bonaerense, en un giro que ratifica su paulatina pero constante derechización desde que ingresó a la vida política de la mano de Elisa Carrió.
Aunque el pase venía gestándose desde hacía meses, su confirmación oficial pone fin a un derrotero político marcado por los cambios de camiseta dentro del espectro no peronista: de Recrear con Ricardo López Murphy, a la Coalición Cívica ARI, luego el espacio de José Luis Espert, y ahora, el oficialismo libertario que encabeza Javier Milei a nivel nacional.
Castello, oriundo de Mar del Plata y representante de la Sexta Sección Electoral, debutó en la Legislatura bonaerense en 2015 con Cambiemos, como parte de la CC-ARI. En aquellos tiempos, ya mostraba su perfil combativo contra el kirchnerismo, aunque mantenía cierta autonomía respecto del PRO. Entre sus primeras iniciativas se destacaron propuestas como la quita de subsidios a quienes participen en piquetes que afecten el patrimonio público, y declaraciones controversiales sobre los crímenes de la dictadura: “Parece que se jactan de que hayan sido 30.000, en vez de alegrarse de que puedan haber sido menos”, afirmaba entonces.
De los liberales moderados al libertarismo crudo
Con el tiempo, su relación con Carrió se deterioró, a la par de que se acercaba a figuras con posiciones más disruptivas, como José Luis Espert, con quien intentó competir como candidato a gobernador en 2019 a través del fallido frente Despertar. Pese a que su postulación fue rechazada por la Justicia Electoral, el movimiento expuso su voluntad de alejarse de las estructuras tradicionales y abrazar proyectos más rupturistas.
En 2021 regresó a la Legislatura con Avanza Libertad, el nuevo sello de Espert, obteniendo una banca por la Sexta sección. Pero la alianza no duró mucho: en 2023 se rompió luego de que Espert sellara un acuerdo electoral con Horacio Rodríguez Larreta. Castello no tardó en criticar duramente a su antiguo aliado: “Prefirió los acuerdos electorales antes que sus ideales”, disparó.
Desde entonces, Castello operó como monobloque bajo el nombre Libre, desde donde respaldó muchas de las políticas del gobierno nacional de Milei, aunque sin sumarse formalmente al bloque de LLA. Esa negociación —que incluyó condiciones internas y estratégicas— se terminó de cerrar en las últimas horas.
Una carrera de giros y rupturas
La llegada de Castello a La Libertad Avanza no solo confirma su alineamiento con las ideas libertarias, sino que lo posiciona como una figura clave dentro del armado bonaerense del oficialismo. A lo largo de su trayectoria, el marplatense ha construido un perfil de alto voltaje discursivo, con posturas férreas contra el peronismo, el estatismo y las políticas de derechos humanos impulsadas por el kirchnerismo.
Este nuevo capítulo en su carrera lo encuentra más alineado que nunca con un gobierno nacional que impulsa una agenda de desregulación económica, ajuste fiscal y confrontación directa con las estructuras políticas tradicionales.
En un escenario cada vez más polarizado, el caso Castello es también el reflejo de cómo la política argentina se reconfigura, a veces más por afinidades ideológicas que por coherencias partidarias.
