Desde abril de 2024, el flamante Mapa del Delito de La Costa dejó de ser un simple registro oficial para convertirse en el termómetro de la inseguridad local. Hasta hoy, 1132 delitos fueron denunciados, y eso solo representa la punta del iceberg. Los que no se denuncian, que son muchos, ni siquiera figuran en los números.
Los vecinos lo saben: la sensación de inseguridad no es paranoia, es realidad diaria.
Los datos son claros: la inseguridad no es un tema menor, es la principal preocupación de los habitantes de La Costa. Robos, hurtos, arrebatos y hechos violentos que antes eran aislados, ahora se multiplican, mostrando que la zona no está bajo control.
Mientras algunos funcionarios festejan la “transparencia del Mapa”, los vecinos viven la realidad de puertas rotas, autos dañados y noches sin dormir.
Abril 2024 – Septiembre 2025: 1132 delitos denunciados.
Promedio mensual: más de 70 delitos.
Delitos no denunciados: imposible de medir, pero la percepción vecinal indica que la mayoría ni llega a la estadística oficial.
Si esta tendencia sigue, el Mapa del Delito será más un archivo de tragedias que una herramienta de prevención.
En los barrios, los comentarios son unánimes: la policía llega tarde o no llega, los operativos son parciales y la sensación de abandono es total. Mientras tanto, los políticos siguen midiendo “resultados” con números oficiales, sin mirar la realidad que golpea casas y negocios.
Los vecinos denuncian que hay zonas donde los robos son cotidianos, mientras en otras partes los operativos municipales apenas aparecen como un show de fotos.
El número de 1132 delitos denunciados es solo lo visible. La otra cara del Mapa del Delito es invisible: los hurtos menores, las amenazas, los robos que se ocultan por miedo o por desconfianza hacia la justicia.
En términos reales, la inseguridad es mucho mayor de lo que indican los registros oficiales, y eso se siente en cada barrio, en cada esquina y en cada noche sin dormir.