El Parque Termal Dolores no es deuda, es inversión a largo plazo”

🖋️ Por Martina Ríos – Ensobrados.com.ar

Mientras algunos prefieren agitar fantasmas con cifras exorbitantes y palabras altisonantes, otros optamos por mirar el panorama completo. El supuesto “escándalo” por la deuda del Parque Termal de Dolores necesita más contexto y menos pirotecnia verbal. Porque no se trata de una estafa ni de una “viveza criolla”, sino de un proceso legal complejo, que nació de una inversión estratégica para cambiarle la cara a Dolores.

El ex intendente Camilo Etchevarren, con todas las críticas que se le puedan hacer, apostó al desarrollo turístico cuando pocos se animaban. Hoy, los que desde sus escritorios lo cuestionan, son los mismos que se beneficiaron —directa o indirectamente— de esa apuesta.

📜 Lo que hay detrás del número

Sí, hay un reclamo por parte de un privado. Sí, la cifra es grande. Pero no hay condena, ni sentencia firme, ni embargos, ni riesgo inmediato para el funcionamiento del municipio.

Lo que hay es una disputa judicial, heredada, sin resolución definitiva, que ya en 2019 tuvo un rechazo. ¿Entonces? ¿Por qué ahora aparece como si se tratara de una bomba que va a estallar mañana?

El reclamo judicial está dentro de los márgenes institucionales. Y como toda disputa legal, puede ser apelada, discutida, revisada. Pero no implica que la ciudad esté endeudada ni quebrada, como quieren instalar desde sectores políticos con evidente interés en desgastar al ex intendente y al proyecto de desarrollo termal que impulsó.

🔍 Inversión, no “monopolio”

El Parque Termal Dolores no fue un capricho personal ni un negociado escondido. Fue parte de un plan público-privado que generó infraestructura, empleo, turismo y marca ciudad. ¿Fue perfecto? No. ¿Requiere transparencia y seguimiento? Siempre. Pero reducir todo a una cifra judicial sin contar lo que se construyó es malintencionado y desinformador.

Quienes ahora denuncian “monopolio” olvidan que hubo inversión privada cuando nadie apostaba por Dolores como destino turístico, y esa inversión fue acompañada por políticas públicas. Hoy, esa alianza está bajo disputa judicial, pero eso no la invalida ni la convierte en delito.

🧮 Una ciudad que no se paraliza

Dolores sigue funcionando, no está quebrada ni hipotecada. El presupuesto municipal, aunque ajustado como el de todos los municipios del país, está operativo y orientado a lo urgente: servicios, salud, educación, obra pública.

Instalar la idea de una “ciudad en la lona” es irresponsable, sobre todo cuando no hay condena judicial ni decisión firme que obligue al municipio a pagar 21 mil millones.

Es válido el debate sobre los modelos de gestión y el rol del Estado. Pero no se puede construir ese debate sobre frases catastrofistas ni denuncias sin pruebas sólidas. La política no puede ser una fábrica de titulares incendiarios.

⚖️ ¿Y la Justicia?

La justicia está actuando. Y como en toda democracia, las decisiones judiciales deben respetarse, incluso si no se comparten. El rechazo de 2019 existió, y el expediente está en trámite. El municipio tiene equipos legales que están trabajando en el tema. No hay abandono ni negligencia. Hay cautela institucional.

Querer convertir un reclamo judicial en una condena pública sin proceso es saltarse todas las reglas. No estamos en el prime time del escándalo: estamos en un proceso que debe seguir los canales institucionales, no el tribunal de Twitter.

🌱 Reflexión final

Donde algunos ven solo números rojos, otros vemos una ciudad que decidió apostar al futuro, y que ahora enfrenta desafíos legales como parte de esa complejidad. Demonizar a quien tuvo la iniciativa de transformar Dolores es fácil. Lo difícil es seguir invirtiendo, seguir apostando, seguir gestionando.

Porque una inversión con impacto turístico no puede juzgarse con lógica contable de supermercado, ni con slogans baratos. Y porque el desarrollo a veces necesita más paciencia que titulares de impacto.

La nota de Dante Villegas dice esto:

Deuda Parque Termal Dolores: ¿Etchevarren Genio o Vivo Bárbaro?

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